Destaca por su energía y personalidad y como compositora, por su originalidad para fusionar el jazz, con la música clásica y ritmos afrocubanos
La violinista, cantante y compositora cubana Yilian Cañizares estrena su nuevo trabajo ‘Habana-Bahía’, grabado en Brasil, para celebrar 10 años de carrera artística. Considerada como una de violinistas destacadas dentro de la escena musical contemporánea, Yilian Cañizares destaca por su energía y personalidad sobre el escenario y como compositora, por su originalidad para fusionar el jazz, la música clásica y ritmos afrocubanos, además de su increíble voz.
Para grabar este trabajo, eligió a la ciudad de Salvador de Bahía en Brasil y sobre todo un barrió en particular, Candeal, “que concentra toda la electricidad de una metrópolis, sus espíritus y sus tambores. Los enormes frescos de graffitis dibujan modernas epopeyas en las paredes, las orquestas del “bloco afro” cubren el espacio sonoro. Y el alma incandescente del músico Carlinhos Brown vigila estas calles, que albergan un epicentro cultural”. Por eso Yilian pidió a Alê Siqueira, uno de los mejores amigos de Brown, que fuera el director musical del álbum.
Alê Siqueira no solo ganó un premio Grammy por las arquitecturas musicales que construyó en el álbum ‘Tribalistas’, sino que también ha creado para Tom Zé, Chico César, Caetano Veloso y, en la escena internacional, para Cheikh Lô y Omara Portuondo. Lo que Yilian Cañizares buscaba con Siqueira era “el dominio absoluto de las texturas bahianas, pero también una visión contemporánea; raíces y alas”.
De niña, en el centro de La Habana, Yilian tenía que alisarse el pelo para ocultar cualquier rastro de negritud. Al crecer, se reencontró con su lado africano en los templos de la Regla de Ocha, entre los santos que viajaban en barco a todas las colonias, de Cuba a Estados Unidos, de Haití a Brasil. Un día, descubrió que estaba protegida por un espíritu femenino, vestido de oro, un espíritu de perfume, flores y belleza, que lleva el nombre de un pequeño río en el corazón de Nigeria: Oshun. La música de esta cantante, violinista de formación clásica, de esta mujer que baila y piensa el mundo, es una odisea en busca de las huellas que Oshun ha dejado en todas las tierras donde se ha dispersado.
‘Habana-Bahía’ es una etapa clave en este viaje a la tierra imaginaria de los dioses llamados Orishas. Yilian no trata de imitar los ritmos del nordeste brasileño, no toca los colores locales, pero indaga aún más en todos los acentos que la cultura del pueblo yoruba ha tomado en su transporte transatlántico. Y las antiguas plegarias que canta son exorcismos que sustituyen la tragedia de la deportación por el poder de la resistencia.
Para este proyecto musical, Yilian Cañizares viaja acompañada de sus compañeros de siempre: el bajista mozambiqueño Childo Tomás y el percusionista cubano Inor Sotolongo, dos marinos de aguas bravas que son una columna vertebral imperturbable para esta música. Todos ellos proporcionan a Yilian una base sólida, una plataforma de lanzamiento para que los brasileños, las voces, las guitarras, las pieles tensas, todos estos invitados de Candeal multipliquen los temas y convierten esta música en una fiesta.
Porque este disco es una fiesta. Se abre con el timbre sin edad de las lavanderas místicas de Itapuã, que bendicen el nombre ‘Oxum’. Despliega almas saladas, rocas filtradas, tropicalismos del nuevo siglo. Mezcla voces de aquí y de allá, dúos de allende los mares, españoles y brasileños. Yilian Cañizares canta su verdadera naturaleza volátil, reconcilia espacio y tiempo, hombres y dioses.