“Paraísos mejores” es la nueva joya musical y poética que Javier Ruibal ha compuesto.
Un disco madurado con toda la sabiduría que ha ido atesorando a lo largo de su carrera y que recientemente fue recompensada con el Premio Nacional de Músicas Actuales.
“Paraísos mejores” refleja canción a canción la eterna aspiración del ser humano de superar viejos y caducos paraísos para dar paso a nuevas esperanzas y anhelos. Así vemos cómo “La Geisha Gitana” sueña con ser aceptada entre los flamencos, “La Mujer manjar” desea que se reconozca su entrega cotidiana para sostener un amor que perdure, “Black Star Line” alberga el sueño de los africanos de tener una vida de dignidad en su saqueado y sometido continente, “El fin del mundo fue ayer” es un canto a la esperanza de la humanidad abatida por sus locuras bélicas, egoístas y materialistas. Un paraíso mejor está en ese lugar de la infancia de su hijo Javi donde comenzó a latir su “Corazón timbalero”. No habrá nuevo paraíso sin la desaparición de los políticos siniestros y corruptos de “Cuenta conmigo compadre” Qué mejor paraíso el mar junto a “Mi Bella navengante” y esos artistas callejeros de “Tu Divo favorito” que dan vida a un amor entre la ópera y el rap y así un etcétera de anhelos más allá de lo conocido, lo alcanzado, lo ya vivido. Con una producción lujosa pero artesanal, universal pero intima a cargo de su hijo Javi Ruibal.
Este trabajo ha contado con algunos de los mejores solistas de nuestro país: Jóse Recacha, Manuel Machado, Federico Lechner, Victor Merlo, Diego Villegas, Faiçal Kourrich y una larga lista que completan este elenco que acompaña a Ruibal en esta nueva aventura. Secciones de vientos y cuerdas ponen el toque de gala a este album. En su paso por Brasil tuvo un encuentro con el magnífico cantautor Chico César y de ahí salió esta “ Black Star Line” que cantaron juntos. También Juan Luis Guerra regala su voz personalísima cantando al alimón con Javier “Mi bella Navegante” La tercera colaboración destacable de este disco es con Fetén Fetén, formación a la que Javier tiene un cariño especial y que ayudaron a recrear un viaje amoroso en el tiempo en el que un par de enamorados , e “Un Sinmorir día a día” se encuentran en distintas rencarnaciones, paisajes y países de este y otros planetas. Y en “Corazón timbalero” es la banda Glazz, que lidera su hijo Javi, la que pone el color y el sonido de rock.
Esta exquisita colección de canciones nos transporta una vez más pero de una forma distinta desde Egipto a Saturno o de Nueva York a Orion, de norte a sur y de oriente a occidente para convertir la escucha de la obra en un auténtico placer para nuestros sentidos y sentimientos. La nostalgia bien entendida se da la mano con la modernidad e incluso con la música futura, en creaciones que suenan más Ruibal que nunca y se convierten en piezas que perdurarán en el tiempo como canciones clave de la música española.